Sinopsis : Nat, una chica adolescente, huerfana de madre que piensa que todo se ha arruinado por completo, cuando se ve obligada a abandonar su vida en la ciudad de Columbus/Nebraska por el repentino traslado de su padre. Pero todo cambiará cuando en su nueva ciudad, Clearwater/Florida, se enamore de un extraño chico, llamado Erick, de tentadora mirada azul que esconde un turbio pasado que se repite y sale a luz de nuevo, causando innumerables infortunios y complicadas tramas cotidianas y no tan cotidianas, que transportan e introducen al lector en la piel de los personajes.
Este libro tiene un target muy variado, que maneja un abanico de posibilidades desde adolescentes hasta un público adulto que buscan experimentar sensaciones que conocen y otras que conocerán gracias a este libro cargado de amor, acción, suspense y humor que les cautivará.
Capitulo 1:
La Nueva Misión
*Erick
Me dirigí a la sala de reuniones, estaba apartada del resto del mugroso almacén, tras teclear mi clave se abrió la puerta, me sorprendí al ver el lujoso estado del lugar, no tenía la minima comparación con los cochambrosos pasillos que había atravesado para llegar.
Me senté al lado de mi amigo Nick que apagaba el cigarrillo consumido en uno de los ceniceros de la mesa.
El murmullo de los intrigantes de la banda era incesante y ciertamente molesto, ninguno de los presentes sabía el motivo por el que Damien nos había llamado.
En concreto a mí, todos me miraban haciéndose la misma pregunta que yo, era uno de los más jóvenes integrantes, pero todos sabían que además de ser tan joven era unos de los mejores en mi trabajo.
Digamos que me encargaba de apartar del medio a las personas que molestaban para Damien, me encargaba del trabajo sucio.
Sabía que ser sicario para unos gángsters más peligrosos de la zona de Clearwater, no era el mejor y más impecable trabajo del mundo, te tenías que manchar las manos de vez en cuando. Pero pagaban bien y más si, como era en mi caso, eres bueno.
No entendía el motivo de la apresurada llamada de Damien en medio de la madrugada del día anterior.
* * *
- Vamos James no seas tan gilipollas – le dije a mi mejor amigo mientras le empujaba hacía la chica que reclamaba su compañía a kilómetros.
-Erick no te pases, estoy con Camil ¿Recuerdas? – Estaba con esa chica desde hace ya cinco meses y por la mirada que exponían sus oscuros al verla se notaba que la quería y que además pretendía ir en serio con ella, Tronco eso no es sano, no te ates a ninguna piva, siempre acaba mal.
- Bueno allá tú, a más toco yo – la chica de cabello largo castaño vestía un ceñido vestido corto que no dejaba mucho a la imaginación, obvie aquel dato, no me importaba el tipo de chica que fuese, solo pretendía pasar un buen rato con ella.
La verdad es que me limitaba a usar a la mayoría de las mujeres, había encontrado a una que valía la y me la arrebataron hace mucho.
Otro trago de aquella bebida que me abrasaba la garganta apartó los amenazadores recuerdos de golpe, la música del local retumbaba en mis oídos, la chica de la cual no me acordaba de su nombre empezó a acariciarme con sus labios, se suponía que debía de sentir algún tipo de satisfacción con aquel contacto pero desde que ella se fue todo había cambiado, yo había cambiado.
No pasaba un instante de mí desgraciada vida que no ocupase mi mente, las terribles pesadillas que me provocaban insomnio, los besos que brindaba a otras con la intención de encontrar de nuevo el sabor de sus labios, su aroma embriagador que provocaba mi delirio...
El móvil dentro de mi desgastada y vieja cazadora de cuero me sorprendió, inmediatamente lo saqué del bolsillo, al leer número oculto, salí de la ruidosa discoteca dejando tirados a mis amigos.
- ¿Sí? – respondí lo suficientemente lejos y tras haberme asegurado de que nadie podía oírme.
- Hola Erick – reconocí enseguida la sombría y grave voz de Damien al otro lado de la línea, solo con oírlo mis sentidos se agudizaron.
- ¿Damien? – notó mi tono de sorpresa a través de la pregunta.
- Si, te necesito en el almacén junto el muelle dentro de cuarenta minutos, es algo importante – colgó tras terminar la frase, me había dejado muy intrigado la llamada de Damien nunca había requerido de mis servicios tan seguido y menos cuando hay marea alta, los policías por estas fechas aumentaban y era más peligroso reunirse.
Sin dudarlo me monté en la moto y puse rumbo a nuestro inquietante encuentro.